8 abr 2012

Capítulo 6: Hogares




- Bienvenidos, ciudadanos de Mag. Estamos hoy aquí reunidos para designar un hogar a los Lithiums de este periodo.- Nos señaló aquel extravagante señor. Era un ser muy desagradable. Espesas babas se derramaban de su boca. Una nariz morada se dejaba entrever entre los mechones de pelo grises que cubrían por completo su cara. Era muy bajito y encorvado con pies enanos.
Nos encontrábamos en medio de un gran escenario al aire libre. Los pájaros cantaban alegremente mientras hermosas corrientes de aire nos envolvían. La hierba cantaba con una hermosa melodía. Me dieron ganas de ponerme a cantar, pero, no lo hice, porque si no quedaría en ridículo delante de los representantes de las razas. Es decir, de todas las razas del mundo de Mag, acudían solo a la Selección de Hogares los representantes, normalmente, los dos más veteranos.
- Empecemos por la joven Esmeralda.- Ella se acercó al hombre y éste tocó su piedra mágica con tranquilidad, dejando oír su pesada respiración. Después de un rato de meditación añadió:
- Tú irás con las brujas. Para aprender todo lo relacionado con las pociones y remedios curativos.
Esmeralda bajó del escenario y fue a reunirse con una bruja anciana y Tennisa. Al parecer, la joven bruja era ya una líder en el gremio de la brujería.
- Jake, hermano de Esmeralda.- Tocó su piedra con decisión. Una baba azul cayó al suelo de madera.- Mm... Irás con los trasgos, para que te enseñen su astucia.
Jake bajó el escenario y se juntó con un trasgo bastante desagradable a la vista.
- Henry, no hace falta que vengas, irás con los gigantes - Dijo al ver la complexión del muchacho-. Aprenderás a usar armas pesadas y a dar mamporros.- Imitó a un gigante dando golpes. He de añadir que el pobre hombre me dio pena en aquel instante en el que se hacía pasar por un gigante.
La gente rió.
Henry hizo lo mismo que hicieron Esmeralda y Jake al ser seleccionado su hogar, mientras intentaba disimular una sonrisa. Eso sí me sorprendió, porque nunca le había visto sonreír.
- Kelly, la hermosa Kelly - Ésta sonrió-. A ver qué te depara el futuro. Mm... ¡Ya! Irás con las hadas. Que te enseñen su habilidad por lo hermoso.- Entonces, sonrió a la chica, dejando al descubierto unos horrorosos y apestosos dientes, ennegrecidos por el paso del tiempo. Kelly dejó de sonreír.
Bajó del escenario para reunirse con un hada morada que le sonreía. El batir de sus finas alas, desprendía virutas lilas que se disipaban al instante. Para las noches oscuras, un hada de esas, no me vendría mal para alumbrar.
- Tommy, tú irás con los enanos - exclamó después de tocar su piedra-, para aprender su conexión con lo pequeño y poderoso.- Puso su dedo índice sobre el lugar de su corazón. Más o menos, los dos poseían la misma estatura.
Entonces, James, que estaba sentado a mi lado, me cogió la mano y me la apretó con dulzura. Me quedé sin habla. Nadie me había tocado así jamás. Le devolví el apretón y él esbozó una sonrisa que me llegó a lo más profundo del alma.
- Cuídate.- Me dijo antes de levantarse para reunirse con el ser ese.
- James -Exclamó el hombre cuando le vio aparecer. Tocó la piedra del colgante que llevaba-. Tú, sin lugar a dudas te irás con los espectros de la luz. Te enseñarán a usar la lógica y sus asombrosos poderes. Te sorprendería lo que pueden llegar a hacer.
Bajó las escaleras y se dirigió a una persona oculta por una capucha. De ella salía humo azul mezclado, quizá, por pequeños destellos amarillos.
James volvió la mirada y me miró con aquellos ojos castaños tan hermosos. Le dije adiós con el brazo y me sonrió. Me quedé anonadada.
Por último, cuando ya no quedaban ninguno de mis compañeros, me acerqué al hombre y me agaché para que pudiese tocar mi amuleto. Lo tocó con unas pequeñas manos verdes impregnadas de arrugas y dijo:
- Tú irás con los dragones- Pero, entonces, llegó un pájaro emisario con una carta en su pico. Era pequeño y verde. Se la dio al hombre, el cual la leyó con precaución-. Oh, vaya - exclamó-. No podrás irte con ellos. Los dos clanes líderes están en guerra y ninguno te puede acoger.
- Pero, se podrá hacer algo, ¿no?- Le pregunté.
- Lo siento, querida, pero a no ser que alguien se presente voluntario para acogerte, situación improbable, estarás sola. No puedes quedarte en el Consejo pequeña- dijo como si pudiese leer mi mente-, son las reglas.
Esa noticia fue como si me echaran una jarra de agua gélida encima.
- ¿Hay algún voluntario para acoger a esta Lithium?- Preguntó el hombre retorciéndose las manos. Todos los habitantes empezaron a mirarse entre ellos. Ellos no querían tener a ningún Lithium, pues supondría tener que entrenarlo, alimentarlo, cuidarle... No, querían tener a un Formado (En lo que te conviertes cuando tocas el cristal de Awa). La gente empezó a irse.
Yo agaché la cabeza y me senté de nuevo en el banco, rendida.
- ¡¡YO!!- Se oyó decir a alguien. Todos le miraron asombrados mientras se dirigía al escenario volando. Plegó las alas y se posó en frente del hombre.
- Kyle, por favor. Éste es un asunto serio. No estamos para bromas.- Le recriminó.
- No es ninguna broma. ¿Crees si no que me hubiese presentado para cuidarla?- Le dijo mientras me señalaba.
Levanté la cabeza y por fin pude observar cómo era el que se suponía que me iba a acoger. Era muy alto, grande y fuerte. Llevaba unos pantalones negros e iba descalzo. Era hermoso. Tenía los ojos oscuros como el carbón, iguales que su pelo y la piel bronceada. Los rasgos eran perfectos, sin ninguna impureza.
Me quedé embobada.
- Bueno, está bien, no voy a rechazar tu oferta, pero has de prometer que la cuidarás y le enseñarás todo lo que sabes y más.- Le advirtió.
- De acuerdo, de acuerdo.
Me miró con curiosidad. Su mirada era fría y distante. Hizo una mueca.
- Bueno, espero sacar algo bueno de ella.- Dijo solamente.
Me levanté con torpeza del banco para ponerme a su lado. Me sacaba una cabeza como mínimo. El hombre se retiró con torpeza. Me dieron ganas de ayudarlo, pero entonces, llegó un hombre de piedra, que le ayudó a bajar las escaleras. 
- ¿Lista?- Me preguntó mientras el extravagante hombre se alejaba. Las grandes alas negras le brotaban de la musculosa espalda.
- ¿Para qué?- Entonces me agarró de la cintura y nos elevamos en el aire. Estuve a punto de gritar. No me lo esperaba, pero después de estar un rato en el aire, descubrí que volar era algo maravilloso. El viento lo podías sentir en la cara, eras libre... Era una sensación un tanto peculiar. Nos elevamos más en el aire y pude ver a los ciudadanos de Mag como si fueran pequeñas hormigas. Vi las calles de la ciudad, el edificio del Consejo, el escenario, los bosques... Todo era maravilloso y colorido. Aún no me puedo explicar cómo éste es un mundo al que van las personas muertas.
Descendimos en un claro en el que había un precioso lago de agua cristalina.


- A partir de aquí iremos a pie.- Me soltó con delicadeza en la fresca hierba y  se puso a caminar a paso ligero.
- ¿Y por qué no vuelas en vez de andar?- Le pregunté.
- No me gustan las preguntas, así que será mejor que cierres la boca y te quedes callada.- Me dijo en un tono cruel.
En ese momento me pregunté si realmente habría merecido la pena quedarme sola, porque dicen que mejor estar sola que mal acompañada, ¿no?


LRA                                                  



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2 comentarios:

  1. WOWOWOWOWOWOWO Kyle??!!! me gusta me gusta... Alas negras? Gran detalle.. uuuuuuh continua que ya quiero saber como sigue
    BESOS!!!

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  2. Claro que sí, jajaj gracias por comentar !! :D
    Besos!

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