1 ago 2012

Capítulo 10: Transformación parte 1

Para compensar mis tardanzas, aquí os dejo una entrada de lo más reveladora, y bastante extensa. Espero que os guste y comentéis qué os ha parecido. Muchas gracias a todos los que me leéis. Os estoy muy agradecida. ¡Muchos besos!


Pequeños rayos de sol entraron por la ventana justo cuando un sonido me despertó. Éste provenía de las cocinas, y sonaba a platos rotos. Aparté las mantas y me puse una rebeca para bajar las escaleras de piedra que llevaban directamente a las cocinas. Abrí las puertas y vi a la elfa que, con cara de disgusto, recogía los trozos esparcidos por el suelo. Fue a coger uno un poco punzante, cuando se le resbaló de la mano uno bastante grande, y un hilillo de sangre empezó a recorrerle la mano. Lo único que pensé en aquel instante, fue en ayudarla antes de que viniera alguien y la reprendiese por su error.
Traje un saco y empecé a introducir en él los fragmentos restantes de vajilla. En ese preciso momento, alguien abrió la puerta de la cocina. Clare. La hermana de Kyle, bueno, rectifico, la despiadada hermana de Kyle. Maldije a mis adentros. ¿Por qué siempre tiene que aparecer la persona menos indicada? Aún no he hallado respuesta.
- ¡¿Qué se supone que has hecho?!- Le gritó a la elfa.
- Mi señora....yo....ha sido...un... accidente.- Tartamudeó ella.
- Pues lo vas a pagar caro el accidente.- Movió sus alas color azabache, y se puso al lado de la elfa. Yo me aparté. Clare estiró el brazo y la agarró por el cuello para, segundos después, lanzarla contra la pared. La elfa se quedó inmóvil en el suelo. Clare volvió a agitar sus alas y se dispuso a propinarle una patada. No lo permití. Le agarré del brazo al ángel negro y tiré de ella hacia atrás. Clare me miró con ojos rojos, producto de su ira e intentó doblarme el brazo, pero yo usé toda su fuerza en su contra, y conseguí que se tumbara en el suelo, incapaz de realizar cualquier movimiento, pero totalmente consciente.
Las puertas de la cocina volvieron a abrirse, y de ellas surgió Kyle.
- ¿Qué es todo este follón? - Preguntó.
- A vuestra criada se le cayeron unos cuantos platos, y Clare empezó a aporrearla. Por supuesto, eso es algo intolerable, y bueno, lo demás lo estás viendo con tus propios ojos.
- ¿Es eso cierto?- Miró a su hermana.
- ¡¡Quítame a esta odiosa y repugante chica de encima!!- Gritó ella.
- Isabella, por favor.- Dijo Kyle en un susurro. Me aparté con cuidado de Clare al mismo tiempo que ella se levantaba y me dirigía una mirada asesina. Se fue de la cocina empujando a Kyle. Éste ni se inmutó. Cuando ella se fue, el ángel negro no pudo evitar reírse.
- ¿Por qué te ríes? - Le pregunté.
- Bueno, ha sido divertido ver la cara de Clare mientras estaba ahí abajo.- Dijo entre carcajadas. Sin poder evitarlo, yo también me reí. Entonces me acordé de lo sucedido, y fui corrriendo a ver a la elfa.
- ¿Estás bien?- Pregunté mientras sostenía su pequeña cabeza en mis manos. Abrió lentamente los ojos y sonrió.
- Sí, creo que sí.
- Marissa, ¿tienes algo roto?- Preguntó Kyle.
- No, señor, estoy bien.-Respondió ella levantándose del suelo.






Subí las escaleras para dirigirme a la habitación y coger algunas toallas para darme un buen baño, cuando, en el pasillo, al lado de la puerta, me encontré con la tarjeta que James me escribió adjunta al vestido.  ¿Y si alguien la había leído cuando se cayó? Fui a ver si había alguien en las salas cercanas mi habitación. Entré en la de enfrente, y no encontré nada. Pasé a la contigua a la mía, y un reflejo plateado me deslumbró. Me adentré en la habitación y cogí la prenda blanca tirada en la cama, y la extendí. Se trataba de un hermoso vestido blanco sin tirantes, que reflejaba destellos plateados gracias a sus innumerables cristalillos diminutos incrustados en la tela. Los volantes caían en pequeñas cascadas de armonía. Aquel vestido era increíble. El más bonito que hubiese visto jamás.
- Kyle- Susurré a mis adentros-.  Gracias-.
Lo cogí y lo llevé al baño conmigo.





Cuando terminé de secarme el pelo, me puse aquel hermosos vestido, que pronto me di cuenta, de que realzaba mi figura y mis grandes ojos. Salí del baño con alegría y abrí la puerta de mi habitación. Allí estaba Marissa, la elfa. Me miraba con sus ojillos brillantes:
- Gracias, Isabella. Gracias por defenderme hoy en la cocina.
- Lo hubiese hecho cualquiera, amiga mía.- Le respondí.
- No, no cualquiera se enfrentaría a Clare y saldría sin un rasguño para proteger a alguien a quien, en realidad, no conoce demasiado - Aquello me dejó sin palabras-. Por eso, quiero agradaros, y haceros un bonito peinado.
Asentí y me senté en la silla, en frente del espejo.
Cuando terminó, un precioso recogido, con pequeños rizos sueltos, decoraba mi cara. Para sujetar todo mi pelo, Marissa había utilizado unas pequeñas florecillas blancas. Solo eso. Increíble, pero cierto. Me echó una especie de cacao en los labios y salí despedida de la habitación porque ya llegaba tarde a la ceremonia. Salí al patio principal, esperando ver a James recuperado con algún caballo, cuando, rendida, me adentré en la torre de nuevo para buscar a Kyle. Lo encontré en la biblioteca leyendo con tranquilidad.
- Kyle, necesito que me lleves a la ceremonia. Jem no aparece, y tú eres el único que...- Me callé de repente cuando él alzó la mirada y una chispa de asombro asomó en sus ojos oscuros.
- Isabella, estás... el vestido, yo...
- Lo siento, de haber sabido que tú me regalarías este vestido, hubiese hecho ...- No pude seguir hablando. Kyle me atrajo por la cintura y nuestras narices se pegaron. Cerré los ojos y... Marissa entró por la puerta arruinando mi momento de amor. Kyle se separó bruscamente de mí y escuchó el mensaje de la elfa.
- Isabella, ¡la ceremonia está a punto de empezar!
Miré a Kyle y él asintió. Nos encaminamos hacia el patio y me cogió con un solo brazo. Poco después, estábamos despegando hacia la ceremonia.






Pasamos inadvertidos entre los ciudadanos de Mag, buscando unas butacas libres. Nos sentamos al lado de unas hadas que miraban con atención el escenario multicolor. A unos cuantos metros, se encontraban ya todos los Lithiums, menos yo y Jem. ¿Qué le habría pasado? ¿Por qué no venía? Decidí que era hora de aparecer de nuevo, y agarré a Kyle del brazo para que me acompañase.
- ¿Adónde vamos?- Preguntó.
- Al escenario. No quiero ir allí sola.- Expliqué.
- Bueno, está bien.
Mientras íbamos caminando por el ancho pasillo decorado con innumerables flores, los ciudadanos de Mag nos iban mirando con discretas miradas. Se hizo el silencio. Llegamos a la parte principal del escenario y esperamos pacientemente. El crital de Awa, energía de Mag, se encontraba situado en el centro, sostenido por una estructura alargada tan fina que parecía romperse. Multitud de luces de colores nos bañaban en aquel momento. Todo era idílico.
- Eh, Isabella, ¿y James? No le hemos vuelto a ver desde aquel incidente en la fiesta.- Me dijo Esmeralda con sus profundos ojos grises y su pelo rojo como la sangre volando alrededor de sus diminutas orejas.
- Pues no lo sé, la verdad. Os fuisteis sin decir ni una palabra. Huisteis como auténticos cobardes.
- Yo... Izzy lo siento mucho, pero apenas sabía algún conjuro que me enseñaron las brujas. No volverá a ocurrir, lo prometo.
- Está bien. Oye, espera, ¿qué es eso de "Izzy"?
- Un apodo cariñoso.- Y me sonrió dejando al descubierto sus dientes blancos. Sus pecas se arrugaron.
Un sonido estridente apareció y el silencio se hizo en aquel lugar. La hierba verde desprendía un aroma de paz, y entonces, un hombre alto con una levita negra se hizo ver en el escenario. Era ya anciano y su espalda se curvaba un poco. Su pelo gris estaba recogido en una trenza, y sus ojos eran tan negros que parecían pozos. Sonrió.
- Queridos ciudadanos. Hoy, nuestros jóvenes se convertirán en uno de nosotros. Los cambiará el cristal de Awa, cristal legendario forjado por ángeles para mantener la paz y la armonía entre todas las razas de Mag. Que dé comienzo la celebración.- Dijo.
La primera en subir fue Kelly, la chica de pelo negro y penetrantes ojos azules. Fue muy decidida a tocar el cristal, seguida de hadas (las que la acogieron). Su dedo tocó la punta del cristal, y un humo azulado empezó a recorrer en dedo de Kelly. Fue extendiéndose por su mano, hasta llegar a cubrir todo su cuerpo. Ella estiró los brazos. Pronto, el humo fue disminuyendo dejando entrever la nueva criatura que se había formado. Kelly ya no era humana. Su piel blanca se había tornado azulada, y sus ojos carecían de pupilas, pues todo era negro, negro azabache. Sus pies y manos poseían membranas azules y en lugar de cejas tenía tres piedras negras. Sus orejas se veían puntiagudas. Sí, estaba claro, Kelly ahora era una ninfa, una diosa del agua.
Todos empezamos a aplaudir mientras ella se alejaba y se acercaba a las demás ninfas allí presentes entre el público.
La siguiente en subir fue Esmeralda. Subió un poco asustada y tocó el cristal con miedo. Un humo azul la empezó a recorrer, y cuando ya no hubo rastro de él, Esmeralda tenía toda la piel tatuada. Llena de runas y escritos antiguos. Las runas eran azuladas y parecía que estaban vivas. Ahora se había convertido en una bruja.
Volvimos a aplaudir y vi cómo Esmeralda se alejaba hasta donde estaban sus amigas. Me pareció reconocer a alguien sentado unos asientos detrás. Jem. Parecía cansado y algo paliducho. Unas profundas ojeras le recorrían los ojos.
- Eh, Kyle - le susurré-. Acabo de ver a Jem, o eso me ha parecido. ¿Qué le ha pasado?
Él miró hacia donde yo le indiqué y una mirada de horror le recorrió el rostro.
- Oh, no...- Dijo solamente.
- ¿Qué? ¿Qué le pasa?
- ¿Te acuerdas de aquella gente que os atacaron?- Preguntó Kyle.
- Sí...- Dije temblando.
- Pues ahora él es uno de ellos.
- ¿Cómo? Pero si no le hicieron nada.- Me extrañé.
- Pues si no le hubiesen hecho nada, ahora no estaría así y allí.
- ¿A qué te refieres con así y allí?
- Pues, Isabella, que... ahora es diferente. ¿No ves que tiene los ojos rojos y es pálido? Su cuerpo ha empezado a cambiar desde que le mordieron. Ya no puede estar aquí entre vosotros ya que el cristal es angelical, y si él lo toca morirá porque es un vampiro.
- ¡¿VAMPIRO?!- Grité.




LRA

Cazadores de Sombras 5:

Canciones: